Espectáculos

Podríamos plantearnos el ver algún espectáculo típico turco, como la danza del vientre o el típico baile de los derviches.
He encontrado ésto en la Guía Azul y lo quedo aquí reflejado porque pienso que así podríamos matar dos pájaros de un tiro. La referencia (página 318) nos dice:
MÚSICA Y DANZAS MÍSTICAS TURCAS: Cada domingo, miércoles y viernes a las 19,30 en la estación de tren de SIRKECI organizan un espectáculo sufí en el que no faltan los famosos derviches danzantes. La entrada cuesta 12€.
En este plano veis la localización de la estación que me atrae también el visitarla, fue construida para recibir el Orient Express.
Los números 7 y 10 próximos corresponden a dos mezquitas: Rusten Pasam y Mezquita Nueva, el número 37 corresponde al Bazar Egipcio o de las especias que debemos visitar también.
Incluyo unos enlaces para ver el aspecto de la estación : Exterior de la estación e interior.
Y las danzas de los derviches:

El baile de los derviches:

La orden de los Derviches, llamada Mevlevi (los que siguen el Mevlana-la guía, fue fundada por Mevlana Celaledddin Rumi en la ciudad de Konya. Esta orden se implantará después en otras ciudades del país, así como también en Egipto y Siria. Rumi, enseñaba a sus discípulos a ir en la búsqueda de la verdad haciendo siempre prueba de tolerancia y caridad. La originalidad de Mevlana viene de que pensaba poder acceder a la unión con Dios a través de la música y la danza. Para poder entender el sentido de la danza sagrada de los derviches, hay que conocer el significado simbólico de los atuendos, de los movimientos y toda la gesticulación. Hombres y mujeres vestidos con una túnica que simboliza el sepulcro, la cabeza cubierta con un sombrero cónico que representa la piedra tumbal, dan vueltas lentamente imitando a una constelación de estrellas. La danza da acceso al conocimiento de Dios, ésta permite sentir su presencia y unirse a Él. El manto negro cae, el danzante se escapa de las cadenas terrestres y de la pesadez o gravedad mortal. La mano derecha se eleva hacia el cielo para recibir la gracia divina, la mano izquierda está orientada hacia la tierra para comunicar esta gracia a toda la humanidad.